La lactancia materna es una de las formas más naturales y efectivas de proporcionar nutrición a los recién nacidos. Durante siglos, esta práctica ha sido reconocida como fundamental para la salud y el bienestar tanto del bebé como de la madre. En esta publicación exploraremos los beneficios de la lactancia materna para ambos, padres e hijos, y las técnicas más adecuadas para asegurar una experiencia positiva y saludable.
BENEFICIOS PARA EL BEBÉ
1. Nutrición óptima: La leche materna es la fuente de nutrición ideal para los recién nacidos. Contiene una combinación perfecta de proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales que se adaptan a las necesidades cambiantes del bebé a lo largo de su desarrollo. Además, está diseñada para ser fácilmente digerida, lo que minimiza problemas gastrointestinales como el estreñimiento y los cólicos. Además de que cada madre produce una leche diferente que se adapta a las necesidades específicas de cada bebé, es decir, no existe una leche materna igual a otra, cosa que es imposible con las leches de complemento.
2. Fortalecimiento del sistema inmunológico: La leche materna está cargada de anticuerpos y otras sustancias inmunológicas que ayudan a proteger al bebé contra infecciones y enfermedades. Esto es particularmente importante en los primeros meses de vida, cuando el sistema inmunológico del bebé todavía está en desarrollo. Estudios han demostrado que los bebés amamantados tienen menos probabilidades de desarrollar enfermedades como infecciones respiratorias, diarrea y otitis media. Además, al consumir la leche directamente del pecho materno disminuye el riesgo de infecciones gastrointestinal por gérmenes que ingresan por el manipuleo de los biberones.
3. Desarrollo cognitivo: Diversas investigaciones sugieren que la lactancia materna puede tener un impacto positivo en el desarrollo cognitivo del bebé. Los ácidos grasos esenciales presentes en la leche materna, como el DHA (ácido docosahexaenoico), son cruciales para el desarrollo del cerebro y los ojos.
4. Prevención de enfermedades crónicas: A largo plazo, la lactancia materna exclusiva se ha asociado con una menor incidencia de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares. Esto se debe a la influencia positiva que la leche materna tiene en el desarrollo del metabolismo y el sistema inmunológico.
5. Vínculo emocional: La lactancia materna no solo proporciona nutrición, sino que también fomenta un vínculo emocional fuerte entre la madre y el bebé. El contacto piel con piel y el acto de amamantar promueven la liberación de hormonas como la oxitocina, que ayuda a fortalecer el vínculo afectivo.
BENEFICIOS PARA LOS PADRES
1. Recuperación postparto: La lactancia materna puede ayudar a la madre a recuperarse más rápidamente después del parto. La succión del bebé estimula la liberación de oxitocina, una hormona que ayuda a contraer el útero y reducir el sangrado postparto. Además, el gasto energético asociado con la producción de leche puede ayudar a la madre a perder peso ganado durante el embarazo de manera más eficiente.
2. Menor riesgo de cáncer: Las investigaciones sugieren que la lactancia materna puede reducir el riesgo de cáncer de mama y ovario en la madre. El acto de amamantar disminuye la exposición a hormonas reproductivas que están relacionadas con estos tipos de cáncer.
3. Beneficios económicos: La lactancia materna es una opción económica comparada con la alimentación con fórmula. No se necesitan comprar biberones ni fórmulas, lo que puede representar un ahorro significativo en los gastos familiares.
4. Facilita el vínculo familiar: La lactancia también puede fomentar un entorno familiar más cercano y armonioso. Al involucrar al padre en el proceso de amamantar, ya sea a través del apoyo emocional o ayudando con las tareas del hogar, se fortalece la relación entre ambos padres y el bebé.
TÉCNICAS ADECUADAS PARA LA LACTANCIA MATERNA
1. Posicionamiento correcto: El éxito de la lactancia materna depende en gran medida del posicionamiento adecuado del bebé y de la madre:
Posición de la madre: que la madre se sienta cómoda es el primer paso para una lactancia materna adecuada, para eso podría ser beneficioso tener un lugar en la casa preparado para eso; por ejemplo, un sillón o mecedora. Además, la madre siempre debe tener un apoyo dorsal (espalda), el bebé tiene que venir sobre el cuerpo de la mamá y no la madre estar inclinada sobre su bebe porque esto favorece a los dolores de espalda, lo que recude la producción de leche.
Posición del bebé: existen varias formas para colocar al bebé dependiendo de la necesidad que se tenga. Puedo citar a las siguientes:
Posición de cuna o tradicional: El bebé se coloca en el brazo de la madre, con su cabeza apoyada en el pliegue del codo. La madre debe asegurarse de que el cuerpo del bebé esté alineado y de frente al pecho. Ambas panzas (de mamá y bebé) deben tocarse entre sí.
Posición en bola de fútbol o posición axilar: El bebé se sostiene bajo el brazo de la madre, con sus piernas extendidas hacia la espalda de la madre. Esta posición puede ser útil para madres con senos grandes, para evitar la presión sobre una cesárea o en caso de gemelos.
Posición acostada: La madre se acuesta de lado y el bebé se coloca frente a ella. Esta posición es ideal para las noches y para mujeres que se recuperan de una cesárea.
Posición en caballito o sentada: se sostiene al bebé sentado frente al pecho materno, con las piernitas sobre la pierna materna del mismo lado. Esto favorece a que el bebé agarre el pezón en diferentes posiciones y disminuir la posibilidad de grietas del pezón.
2. Agarre adecuado: Un buen agarre es crucial para evitar el dolor en los pezones y
asegurar que el bebé esté recibiendo suficiente leche. El bebé debe introducir en la boca todo el pezón, incluso parte de la areola (la zona oscura alrededor del pezón). La boca del bebé debe estar abierta lo suficiente para abarcar la mayor parte de la areola, se puede observar la areola en la parte superior pero no se debería observa en la parte inferior, a excepción de los que son muy grandes. Los labios del bebé se deben observar evertidos, eso significa que tiene que estar girados hacia afuera.
3. Frecuencia y duración: Es recomendable amamantar al bebé a demanda, es decir, siempre que el bebé empiece a manifestar señales de hambre. La frecuencia puede variar, pero generalmente, los recién nacidos no deben pasar más de 2 horas sin alimentarse. Las sesiones de lactancia deberían de durar al menos 30 minutos teniendo en cuanta que la leche materna va cambiando durante la misma toma, al comienzo sale una leche más rica en lactosa (azúcar de la leche) y al final más grasas. Si el bebé solo toma la leche del comienzo de la toma tendrá más dolores de panza y al no consumir las grasas del final no subirá bien de peso.
4. Cuidado de los pezones: Mantener los pezones limpios y secos es importante para prevenir infecciones como la mastitis. Después de cada sesión de lactancia, es útil dejar que los pezones se sequen al aire y esparcir un poco de leche materno que aporta importantes vitaminas y antiinflamatorios para mantener los pezones saludables y cicatrizarlos si aparecen grietas. No es recomendable poner ningún tipo de pomadas o cremas en los pezones que después puedan ser ingeridos por el bebé. También, en lo posible disminuir el tiempo de pezoneras que favorece al mantenimiento de la humedad y posible infecciones por hongos.
5. Para disminuir el regurgitación: comience cada toma por el pecho del que no mamó o del que mamó menos en la toma anterior.
6. Consultar con un profesional: Si surgen problemas durante la lactancia, como dolor persistente o dificultades para que el bebé se agarre adecuadamente, es aconsejable buscar la ayuda de un consultor de lactancia o un profesional de la salud. Estos expertos pueden proporcionar orientación y apoyo personalizado para resolver cualquier dificultad. Debes saber que la lactancia materna no tiene que producir dolor, “el dolor no es una fase de adaptación a la lactancia materna”.
SIGNOS DE BUENA ALIMENTACIÓN.
Los pañales de su bebé son excelentes indicadores de si está ingiriendo lo que necesita. Puesto que la primera leche que su recién nacido recibe (llamada calostro) es concentrada, es posible que el bebé solo moje uno o dos pañales hasta que comience a aumentar la producción de leche, lo que suele ocurrir unos 3 o 4 días después del nacimiento.
1. A partir del cuarto día, puede estar atenta a las siguientes señales:
El bebé moja seis o más pañales por día con orina transparente o muy clara
El bebé defeca dos o más veces por día y tiene un color amarillento. En general, esto ocurre después de cada toma durante las primeras 4 semanas de vida. Después de aproximadamente un mes, los bebés amamantados van de cuerpo menos veces al día, incluso muchos tal vez no lo hagan todos los días.
2. Su bebé probablemente esté comiendo lo suficiente si:
Parece estar alerta y satisfecho.
Aumenta de peso de manera regular
Hace entre ocho y doce tomas al día.
Recuerde que en los primeros meses de vida los bebés son principalmente nocturnos, por lo que las tomar serán más frecuentes e intensos de noche y más escasos de día. Esto es totalmente normal, pese a que es muy cansador esta rutina, no debería causarle preocupación que su bebé no duerma de noche y sí lo haga de día.
CONCLUSIÓN
La lactancia materna ofrece una amplia gama de beneficios tanto para el bebé como para la madre. Desde una nutrición óptima y un sistema inmunológico fortalecido hasta una recuperación postparto más rápida y beneficios económicos, los beneficios son innegables. Adoptar técnicas adecuadas para la lactancia y recibir el apoyo necesario puede transformar esta experiencia en un viaje gratificante y saludable para toda la familia. En última instancia, la lactancia materna no solo nutre al bebé, sino que también fortalece el vínculo familiar y contribuye al bienestar general de todos los involucrados.
Amamantar puede ser una de las experiencias más desafiantes pero gratificantes que tendrá como madre. A medida que se vaya acostumbrando a amamantar a su bebé, puede probar diferentes posiciones o modificar las cuatro posiciones básicas.
Experimente con distintas formas de acomodar al bebé hasta que encuentre una posición en la que el bebé pueda mamar correctamente y usted se sienta cómoda. Usted y su bebé pronto descubrirán que la lactancia materna puede ser una forma excelente y relajante de crear lazos afectivos.
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